Fernando Lugo está catalogado entre los peores presidentes de Latinoamérica.
Nuestro querido Presidente de la República, ex-obispo y padre de varios niños, Fernando Armindo Lugo M., fue evaluado con una baja nota, luego del sondeo realizado por una empresa llamada Mitofsky, respecto a la popularidad del mandatario.
Su calificación, según la aceptación ciudadana, llegó apenas al 44%, lo que implica que la mitad más uno no lo acepta, o mejor aún, el restante 56%.
En comparación con otros mandatarios, Mujica está tan mal visto como nuestro Presidente; también Barack Obama, Cristina Kirchner (47%, ambos), entre otros. Las peores, o muy bajas son la de Evo en Bolivia de 32% y, en Perú, de Alan García del 27%.
La popularidad de nuestro querido Presidente irá decreciendo, a medida que se muestren con más gravedad su inoperante forma de gobierno, o para usar términos más técnicos, su falta de plan de vuelo. El Gobierno y el Presidente al parecer van a la deriva.
La gente está cansada de los fracasos que emergen a diario por la falta total de políticas públicas. Ahora, por dar un ejemplo, el tema de la epidemia del dengue, que está afectando gravemente no solo a la ciudadanía en general, a la labor diaria de todos, sino también al turismo. ¿Y el Presi?, está de viaje.
Está bastante claro que el mismo no ha podido enfrentar los grandes males que posee esta gran Nación. La indisciplina en su gestión como administrador nos costará nuevamente un atraso aproximado de diez a quince años (si no es más). Por ello, la calificación dada por la ciudadanía, respecto a la popularidad del Presidente Lugo, me parece hasta generosa, y se evidencia que fue tomada hace ya más de un mes aproximadamente, antes que ocurriera esta debacle del dengue.
Los paraguayos queremos ver políticas públicas. Necesitamos saber que se aplica una gestión de gobierno que plantea el futuro como si fuera hoy. Planes y acción. La falta total de gerenciamiento, terminará agotando a este hermoso país.
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